Los tanques silo son una necesidad increíble en la fabricación, la manipulación de materiales y otras aplicaciones industriales, pero esa necesidad puede cambiar en función del negocio que realice la instalación. Utilizados sobre todo para almacenar y proteger materiales y productos a granel, los silos tienen todo tipo de formas y tamaños. Dependiendo de lo que se almacene en su interior, los silos pueden estar hechos de distintas sustancias. Ten en cuenta las siguientes cosas mientras te explicamos qué debes buscar en tu próximo depósito de silo industrial.
¿Qué almacenas?
Lo primero y más obvio que hay que saber es qué se va a guardar en el depósito del silo. Como ya se ha dicho, los distintos silos se fabrican con materiales diferentes en función del peso, la densidad, la consistencia, el tamaño, la abrasividad y el origen orgánico o inorgánico de la sustancia que se va a almacenar. Los silos pueden ser de hormigón, madera, metal, plástico y otros materiales para mantener su contenido limpio, puro y transportable, evitando al mismo tiempo que se dañe el interior del silo. Por ejemplo, si vas a almacenar alimentos, el acero inoxidable y el aluminio son los mejores, ya que no se oxidan, se limpian fácilmente y evitan el deterioro y las infecciones.
Talla
He aquí qué más debes buscar en tu próximo depósito silo industrial. Asegúrate de que tienes el silo del tamaño adecuado, y de que hay espacio suficiente para lo que tengas, así como para lo que venga después. Para la fabricación de tanques de almacenamiento, mide el área donde se instalará el silo y ten en cuenta el volumen y la entrada y salida diarias del silo para que el fabricante tenga una idea más clara del tamaño que mejor se adapta a tus necesidades. El tamaño también es un factor determinante del coste, y algunos expertos recomiendan pensar más alto y más estrecho en lugar de elegir simplemente un silo grande. El tamaño más alto puede seguir proporcionando mucho espacio a la vez que reduce la fuerza descendente que puede impedir la descarga, al tiempo que, en general, supone menos peso para el sistema de soporte estructural del silo.
Alimentación y descarga
El almacenamiento y la fabricación de depósitos son sólo dos aspectos de la elección de tu silo. Las otras dos cosas a tener en cuenta son cómo piensas meter y sacar los materiales sin alboroto, daños o pérdida de producto. Además, estos procesos suelen funcionar por gravedad, pero pueden requerir mecanismos adicionales para garantizar un flujo suave, como sistemas neumáticos, activadores, vibradores, aireadores y otros dispositivos que mantienen los materiales en movimiento dentro y fuera. Averigua también dónde vas a descargar los materiales y si se necesita una vía, una cinta o una tolva para recoger y transportar cualquier cosa.
Mantenerlo limpio
Junto con todos los requisitos anteriores, ten en cuenta que tendrás que limpiar el silo por dentro y por fuera con regularidad, así que asegúrate de que sea un proceso fácil e higiénico. Infórmate sobre la mejor forma de limpiar tu futuro silo, para que puedas recoger el material adherido a las paredes del silo en lugar de enjuagarlo y desperdiciarlo. Asegúrate de elegir uno que pueda limpiarse sin poner en peligro también a los empleados. ¡Un silo de fácil mantenimiento es a la vez un ahorro de dinero y un salvavidas!